Imaginando Palma

Este fin de semana me encontraba visitando Oslo. Una ciudad tranquila, con agenda cultural y mucho paisaje verde. Una de los aspectos más llamativos que encontré fue el proyecto Fjord City Project. La iniciativa de carácter público-privada surgió en los 80 como proyecto de remodelación de la fachada marítima de la ciudad de Oslo. Dotarla de una imagen amable con el ciudadano, moderna y al mismo tiempo, substituir todo el área industrial en la parte costera por equipamientos urbanos que incluyan zonas residenciales y comerciales.

Este proyecto de modernización de la fachada marítima no es una idea novedosa de las capitales nórdicas. Sin ir más lejos, Barcelona, antes de los Juegos Olímpicos y Bilbao abrieron sendas ciudades al mar y a la ría respectivamente. Tradicionalmente, las ciudades costeras que participaron de las distintas fases de la revolución industrial situaban sus centros de producción e industriales enfrente del mar como medio de rápida y efectiva distribución de bienes gracias al comercio marítimo, así como a las facilidades que daba el mar como espacio de despojo de residuos. Con el paso de los años, las industrias se van reconvirtiendo y éstas, dejan paso a la terciarización de las urbes. Lo que permite sustituir esos espacios industriales con naves y fábricas por espacios ámplios dando al ciudadano un nuevo centro donde ubicar negocios y viviendas.

El proyecto Fjord City Project estará acabado en unos 10 años. Y lo que más sorprende, no es tan solo la unanimidad en la remodelación de la ciudad de Oslo o la iniciativa en si misma. No. Lo que más sorprende es que estos proyectos que abarcan más de una legislatura se planifiquen con más de 20 años de antelación. Les propongo un juego. ¿Me sabrían decir que proyecto ha conseguido unanimidad y planificación a largo plazo en Balears? Se me ocurren dos, el Palau de congressos, que pese a los múltiples beneficios que pueda aportar –y que no discuto– no debemos olvidar que ha supuesto un sobrecoste excesivo para las arcas públicas donde solo se ha previsto el uso para ese solar. Y en segundo lugar, el Hospital Son Espases, que me permitiré omitir por razones obvias.

En Palma, existe una iniciativa llamada Ramon Llull 2030 que intenta promover el desarrollo de un proyecto urbano para la fachada marítima cercana al Polígon de Llevant. Empecemos a imaginar una colaboración público-privada para adecentar la zona. Imaginemos una planificación a largo plazo para nuestra ciudad. E imaginemos un nuevo espacio para los ciudadanos que no tenga un impacto medioambiebtal significativo y que suponga innovación y futuro. Ahora dejemos de imaginar, y empecemos a trabajar.

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